Mi nombre es Annie Vester-Petersen y soy de Dinamarca. Mi marido y yo nos conocimos en 1980. Una de las primeras cosas que mi marido me relató sobre su infancia fue que en ese momento se decía que la Argentina era un país en el que fluyen la leche y la miel.
La tía de su padre vivió en Argentina, y ella envió cajas enormes con las cosas más exóticas como por ejemplo frutas secas a la entonces pobre Dinamarca de la posguerra. La tía se llamaba Misse Beck y poseía algo que parecía no menos exótico que un hotel en Argentina de nombre “Bello Horizonte”.
Después de años – en 1996 – le dije a mi marido: “He oído hablar tanto de la tía Misse y de Bello Horizonte que ahora nos vamos a Argentina”.
En 1996 no había algo llamado internet, por lo que no era tan fácil de localizar el hotel. Lo único que teníamos como información era una pequeña tarjeta con una fotografía en blanco y negro de la hostería y un «mapa» de la Argentina con una flecha de Buenos Aires a La Paz y nada más.
Por suerte, en ese momento vivía en Buenos Aires mi primo Peter con su esposa argentina. Patricia se lanzó entonces a la búsqueda de información sobre el hotel y cuando aterrizamos en Buenos Aires en la Navidad 1996, podía ella decirnos que el hotel todavía existía y que había encontrado el número telefonico de la hostería.
Llamamos al Bello Horizonte y contestó Geoff. Fue grande nuestra sorpresa cuando nos dijo que había conocido a la señora Beck cuando él era un niño. Reservamos una habitación, alquilamos un coche y nos fuimos con rumbo a La Paz.
Cuando nos acercábamos a la hostería desde La Paz, inmediatamente nosotros podíamos reconocerla de la diminuta fotografía en blanco y negro de la tarjeta de visita.
Pasamos una hermosa Navidad con Nancy y Geoff . Geoff acababa de tener una operación importante, así que solo éramos cuatro huéspedes en el hotel durante la Navidad de 1996.
Jens, mi marido, podía reconocer gran parte del interior de “Bello Horizonte” por las fotografías que su familia tenía, Geoff nos contó de sus recuerdos de Bello Horizonte en su infancia. Nancy y él hablaron también sobre sus viajes a Dinamarca.
Estamos muy contentos de ver las fotos preciosas en el sitio web y leer el blog. Definitivamente vamos a volver algún día al lugar del que fluyen la leche y la miel.